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| El triunfo en las redes sociales lleva trabajo pero el éxito es vuestro |
“La respuesta, amigo, está soplando en el viento”
Bob Dylan
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| Twitter es una red social indispensable |
Queridos amiguit@s: como ya me vais conociendo sabéis que tengo una gran querencia por las leyendas orientales. Además, por mi formación pedagógica sé que en muchas ocasiones los cuentos nos ayudan a recorrer el camino entre lo que está dentro de nosotros, pero oculto con alguna ayuda de una chispa externa que, eso sí, resuene en nosotros. En los últimos días me siguen llegando correos y preguntas sobre Twitter y si bien ya hemos abordado el tema de las siglas en esta red del pajarito, algunas de sus características,etc. percibo algo en la moral de la gente que no estoy dispuesta a admitir. Son frases como “yo no valgo para esto…” “No lo aprenderé nunca” “esto es para gente más inteligente…”. No, no y no. Todos podemos aprender lo que nos propongamos. No debemos mirarnos en espejos externos. ¿Qué alguien aprendió más rápido? ¿ y qué? A lo mejor tiene un talento natural o se pasa muchas más horas de las que dice practicando. Así que os pido que saliéndonos un poco de los post habituales de “anímese y hágalo usted mismo” compartais conmigo un cuentito que me encanta y creo que puede venirnos al pelo, a la peluca o al sombrero de moda que estemos luciendo ahora mismo. Como ya lo he hecho alguna vez más y veo que me habéis perdonado…me atrevo con el cuento. Ahí va:
“Un portador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua hasta el final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa del patrón; sin embargo, la vasija rota llegaba sólo con la mitad de agua.
Durante años completos, diariamente sucedía eso. Por supuesto, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección, y se sentía muy mal porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años la tinaja quebrada habló al aguador así: (menudo susto le daría, pienso yo) –Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas tú sólo puedes entregar la mitad de mi carga y solamente tienes la mitad del valor que deberías recibir-
El aguador le dijo compasivamente (la compasión es siempre muy importante en estos cuentos, al loro amiguit@s, como decimos en España) – Cuando regresemos a casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino -.
Eso hizo la tinaja y, en efecto, vió muchísimas flores hermosas a lo largo del camino. Aún así, la tinaja se sentía apenada porque al final sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces -¿te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello: sembré semillas y flores a lo largo de todo el camino por donde vas, y todos los días las has regado, y por esos dos años yo he podido recoger estas flores. Si no fueras exactamente tal como eres, con todas tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esta belleza –“
ROVIRA, A. La Buena Crisis. Reinventarse a uno mismo: la revolución de la conciencia. Madrid, Santillana, 2009, cap 21, pp 154-155
El Pez Globo, que también tiene sus defectillos nos dice que ha aprendido algunos trucos para sacar partido de sus propias grietas…si no es por eso…¡quizás no podamos conseguir nuestros objetivos!
En nuestro próximo post vamos a volver a la “normalidad blogguera” y vamos a conocer algo más sobre nuestras amigas pioneras de El Vestidor de Lola (https://www.facebook.com/pages/El-Vestidor-de-Lola/139738087965) para que veáis que no hace falta saber todo de twitter, de Facebook ni de Nuevas Tecnologías para tener éxito en internet como emprededor/a…sólo espíritu de pioneros y mucha ilusión en vuestra idea empresarial ( y como os vea dudar…os traigo otro cuento, pero de terror, así que una dosis de autoestima, otra de “espabilina” y mucha de motivación personal.
Muchas gracias
Elisa Villabella
