Publica siempre contenidos relevantes para tu marca

Lobo Social Media

 “(…) A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus ovejas en el mismo campo. Aún reía cuando recordaba correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo día, si vió acercarse el lobo. El miedo le invadió el cuerpo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo! Se va a comer todas mis ovejas! Auxilio!

Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el día anterior, hicieron oídos sordos.
El pastorcillo vió como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, y chilló cada vez más desesperado:

- Socorro! El lobo! El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacer caso.

Es así, como el pastorcillo vió como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma que hizo el día anterior.”


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 En Twitter, que para los que no la conozcan todavía es una red social  en la que se publican mensajes cortos en tiempo real) podemos encontrar pruebas suficientes de la creatividad humana, pasada por el sentido del humor (mmm…¿y/o la demencia?). Por ejemplo, tenemos una cuenta que tiene la nada despreciable cantidad de 92.094 followers (seguidores en Twitter) que da, escribiendo BONG BONG BONG, las horas del famoso Big Ben de Londres. Un BONG a la una, dos BONG las dos, etc. Esto es sólo una anécdota pero nos introduce en una idea que seguramente más de un@ hemos tenido: la red está llena de personas que están publicando continuamente, hasta el punto que nos preguntarnos ¿esta gente…a qué se dedica? ¿no tienen una ocupación diaria? ¿no comen? ¿no duermen? Y lo más importante…¿qué ganan con ello? Encontramos personas que son capaces de mover masas, con páginas, cuentas y canales que tienen miles y miles de seguidores y no podemos evitar preguntarnos ¿estaré haciendo algo mal? ¿tendré que entrar en esta dinámica de captar gente sea como sea? ¿si no tengo miles y miles de seguidores…lo que hago no vale para nada? Según yo lo entiendo, las redes sociales deben ser un medio y nunca un fin para un emprendedor@ que las aborde con un proyecto de negocio, salvo que nos interese ser lo que hoy se llama tan alegremente comunity  manager (y ni aún en ese caso, pues esta profesión estaría basada en saber gestionar el uso de las redes para diseñar estrategias para otras personas, y por tanto, el fin sería usarlas para ganar dinero obteniendo una visibilidad en ellas como leader y pasando muchas horas para conocer su funcionamiento en todos los ámbitos que interesen a los posibles clientes). No debe importarnos que nos sigan miles de personas sino que lleguemos a las personas que nos importa llegar. Quizás nuestro target, nuestro nicho de mercado sea muy específico. Necesitamos relacionarnos con ciertas personas y mantener ese contacto vivo. Las redes son básicamente un lugar para hacer networking: conocer a nuestros clientes, compartir nuestros conocimientos, dar a conocer nuestra marca personal; saber quién nos compra, por qué; conseguir fidelizar clientes, darles confianza e imagen de saber hacer; permitirles que nos digan de forma directa y en forma de diálogo por qué les gustamos o en qué creen que podemos mejorar. Todos oímos alguna vez ese refrán de mucho ruido y pocas nueces. Más nos vale dar unas nueces a las personas que las quieran que lanzarlas al alto, empeñar en ellas todo nuestro tiempo y recursos y que luego caigan en territorio de nadie. Procuremos que nuestro uso de las redes sea eficiente: quizás no nos cuesten mucho dinero pero implican un importante gasto de tiempo y energía. ¿Realmente necesitas tener diez mil seguidores en Twitter de los cuales sólo pertenecen a tu ramo o te leen cien personas? ¿Necesitas estar contestando correos, saludando a los recién llegados, agradeciendo menciones, escribiendo posts, twits, etc. y manteniendo trato continuo con personas y empresas que se dedican a cosas diferentes o que están en las redes por pasar el rato? Yo creo que no. Publica siempre contenido relevante para tu marca personal/profesional. Actualiza, sí, pero ten siempre claro para qué estás en las redes, a qué sector te diriges y ponte siempre en valor. No hables por hablar, no cuelgues cualquier cosa por hacer ruido. Tu reputación on line la vas a conseguir con tu esfuerzo diario, tu perserverancia y tu saber hacer. Evita que te ocurra como al niño del cuento de Pedro y el Lobo, que anunció tantas veces en falso que llegaba el animal a comerse las ovejas, que el día que llegó de verdad no le creyó nadie. ¿Qué imagen quieres dar? ¿Qué quieres que recuerde la gente de tu marca? ¿Quieres ser un profesional de referencia o quieres ser un famosillo de internet cueste lo que cueste? La red no olvida. Procura que el día que alguien te busque, encuentre sólo lo que quieras que encuentren. Algo que te haga especial, diferente y confiable. Y ahora, amiguit@s, nos despedimos hasta el próximo post pero antes os dejo con una nueva versión del cuento Pedro y el Lobo, que esta vez viene MUTANTE , porque ¡ni los cuentos populares se salvan de la maravillosa creatividad que nos aportan las redes!

Gracias

Elisa Villabella

http://www.todocuentos.es/cuento/241/pedro-y-el-lobo.html